Noticia - Productos especializados

A lo largo de sus quince años de trayectoria empresarial Ambiseint franquicia del sector de perfumes, la marca líder en marketing olfativo, ha tenido que enfrentarse a innumerables retos y no pocos desafíos, para satisfacer las necesidades y expectativas de los clientes más dispares.
Y en todo este tiempo, siempre han sido capaces de aportar soluciones imaginativas, originales y eficaces a los miles de proyectos de aromatización que han debido afrontar. Sin importar las dimensiones de las superficies sobre las que se debía actuar; ya fueran pequeños locales comerciales, grandes edificios de oficinas, exclusivos hoteles, enormes recintos feriales, o incluso gigantescos espacios de tránsito de viajeros en aeropuertos.
Hasta ahora, por muy complicada que fuera la propuesta a realizar, los equipos de investigación y desarrollo de Ambiseint y la avanzada tecnología de las fragancias y los dispositivos difusores creados por la propia marca, siempre habían sido capaces de responder con solvencia ante cualquier tipo de problemática de ambientación.
Pero, recientemente, la enseña de la mariposa recibió un singular encargo que hizo dudar de su viabilidad al propio Fernando Castillo, director general y fundador de Ambiseint.
El autor literario Vicente Pizarro, quería publicar un libro que transportase a los lectores hacia los momentos más felices de su infancia, incluso sin tener que leer sus páginas.
Titulado: ¿Quieres un chicle?, la obra nos descubre cuáles eran las marcas de chicle más populares desde los años 60 hasta los 90 y cómo eran los cromos y colecciones que regalaban.
Para conseguir el efecto deseado, no solo había que aplicar tecnología e ingenio, también era necesario añadir una generosa dosis de…magia.
Y ciertamente parece mágica la sensación que desprende cada página del libro. Porque de principio a fin, se puede percibir un intenso y evocador aroma a chicle de fresa que hace revivir la niñez del lector.
Una vez más, en Ambiseint saben cómo ponerle alas a la imaginación de sus clientes. Ya sean de mariposa, o de hada.