Luxenter abre su primera franquicia en Zaragoza

La firma de joyería española elige el CC Puerto Venecia como enclave para su primer punto de venta propio en la ciudad aragonesa.

Este sábado, día 14 de abril, abre sus puertas al público la tienda que la firma de joyería Luxenter ha escogido para ser su primer enclave en Zaragoza.

Fundada en 1973 por Carmen Lizarriturri, la franquicia de moda complementos Luxenter ha experimentado un crecimiento exponencial en las últimas décadas, gracias a su propuesta de lujo accesible para todos los públicos. Su presencia nacional se refuerza al incorporar una nueva tienda monomarca, que se suma a las 40 que posee en todo el mundo.

Un hecho que no hace más que dejar patente la política de constante crecimiento que lleva a cabo esta empresa familiar con sede en Madrid. El lugar escogido no es casual, el CC Puerto Venecia es un referente del ocio en la ciudad, con una oferta de servicios y actividades sin precedentes.

El recinto está protagonizado por una lago, en el que es posible realizar un paseo en barca o contemplar alguno de los espectáculos de luz y sonido. Junto a él, un parque de diversión para adultos y niños, además de una amplia variedad de tiendas en las que realizar un shopping intensivo. Desde grandes comercios a tiendas con propuestas de autor, Luxenter se incorpora a esta cartera aportando su característico estilo limpio y acogedor, que hará las delicias de todos los zaragozanos.

Bajo su eslogan, “joyas para ti” se esconde mucho más: joyas en plata y acero, diferentes baños de oro, piedras semipreciosas y naturales que conforman diferentes colecciones, cuyo diseño se realiza pensando en un tipo de persona diferente.

Por ello, a pesar de la espectacular afluencia de este centro comercial y la variedad de sus visitantes, la firma se asegura así, con sus siete líneas distintas, poder satisfacer los deseos de cada uno acorde a su personalidad.

Una apuesta de Luxenter por el futuro, mediante la elección de un enclave arquitectónico singular para las compras, sin perder de vista sus orígenes.