Noticia - Servicios a domicilio
Mundopán a domicilio, enseña especializada en el reparto de productos de alimentación de gran calidad y pan a domicilio, ha iniciado la actividad de su primera unidad franquiciada en Cataluña. La delegación ofrece sus servicios a una quincena de poblaciones de la comarca del Maresme barcelonés: Alella, Argentona, Cabrera, Cabrils, El Masnou, Mataró, Orrius, Tiana, Mongat, Premià de Mar, Premià de Dalt, Teiá, Vilasar de Mar y Vilasar de Dalt.
La franquicia, que a fecha de inicio de actividad efectúa el reparto de pan a domicilio en 100 viviendas unifamiliares, está gestionada por María Ester, una emprendedora que se sintió cautivada por el modelo de negocio de la marca: “estaba buscando franquicias de servicios a domicilio, me llamó la atención Mundopán y profundizamos un poco más hasta confirmar que es una idea genial que podría funcionar muy bien en la zona”, asegura.
Mundopán, que emprendió su expansión en franquicia en el último trimestre de 2010, posee un total de ocho franquicias (entre firmadas y operativas), que han ampliado las zonas iniciales de reparto que la unidad piloto cubre desde hace 6 años en el sureste de Madrid: Rivas Vaciamadrid, Coslada y San Fernando de Henares.
En la Comunidad de Madrid, la enseña posee un total de seis franquicias: Madrid Sur (Getafe
Leganés, Fuenlabrada); Madrid Este (Campo Real, Arganda del Rey, Mejorada del Campo, Velilla de San Antonio); Madrid Noreste (Fuente el Saz de Jarama, Algete, Cobeña, Ajalvir, Paracuellos del Jarama); Madrid Oeste (Aravaca, Pozuelo); Madrid Suroeste (Boadilla del Monte, Villaviciosa de Odón) y Madrid Noroeste (Las Rozas).
A las delegaciones madrileñas se suma la propia franquicia catalana de El Maresme y la primera castellano- manchega, que ofrece los servicios de la marca en varias localidades de Toledo: Olías del Rey, Bargas, Vista Hermosa y Argés.
Cuatro franquicias en funcionamiento
Al margen de la delegación barcelonesa, la marca ya ofrece sus servicios de reparto de pan a domicilio y productos artesanales en la Comunidad de Madrid y en Toledo. La andadura de la marca bajo el régimen de franquicia está siendo notablemente satisfactoria, como así lo constata el buen arranque de sus primeras delegaciones: la del sur, la primera del este de Madrid y la de Toledo.
Tras sus primeros tres meses de actividad, Mundopán Madrid Sur cuenta con la confianza de 300 familias madrileñas. Por su parte, la delegación Madrid Este está experimentando un excelente arranque, ya que en tan solo mes y medio de reparto, cuenta con 250 clientes. Por último, la franquicia castellano- manchega, que empezó con las labores de reparto a principios de febrero, ofrece sus servicios a 250 viviendas unifamiliares toledanas.
Un negocio ‘con miga’
Mundopán emprendió su expansión en franquicia en el último trimestre de 2010 y, gracias a sus cuatro unidades de reparto, está ampliando progresivamente su área de distribución originaria.
La marca continúa su búsqueda de franquiciados para desarrollar su expansión en régimen de franquicia. La empresa ofrece un modelo de negocio totalmente probado, ya que desde 2005 presta sus servicios a miles de personas en viviendas unifamiliares de las localidades madrileñas de Coslada, Rivas Vaciamadrid y San Fernando de Henares.
La central no ha fijado zonas prioritarias de expansión, si bien es imprescindible que las unidades franquiciadas operen en núcleos residenciales y que éstos cubran, preferiblemente, un radio de 10.000 viviendas de este tipo, que puede estar formado por varios barrios, pueblos o municipios.
Esta alternativa empresarial y de autoempleo requiere una inversión inicial de 15.400 euros, precio en el que se incluye el cánon de entrada (7.000 euros) y una partida de 300 ‘Buzones Panera Térmicos’ (patentados), que constituyen una de las claves del negocio.
El día a día en Mundopán
El desarrollo de la actividad diaria al frente de una franquicia Mundopán se articula por medio de las figuras del franquiciado y del repartidor y el único requisito logístico para llevarlo a cabo es una furgoneta de reparto y un pequeño local de 20 m2.
La labor fundamental del franquiciado consiste en ir ampliando progresivamente su cartera de clientes y organizar y atender las necesidades diarias del negocio, utilizando para ello todas las herramientas y métodos proporcionados desde la central. El repartidor, por su parte, realiza entre otras las labores diarias de entrega a domicilio, instalación de buzones -panera témicos, etc.