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La cadena de franquicias Toma Jamón, con la gimnasia
Toma Jamón, cadena de franquicias de tabernas españolas especializadas en jamón ibérico, ha llegado a un acuerdo con la Agrupación de Gimnasia Artística y Deportiva (AGAD) de Móstoles para suministrarles las bolsas de viaje que utilizarán en sus desplazamientos a competiciones municipales, regionales y nacionales, que incluirán el logotipo de Toma Jamón. AGAD Móstoles es un modesto club madrileño que forma a 40 deportistas desde los 3 años hasta los 16 en sus respectivas categorías, desde los mini-benjamín hasta los junior.
José Luis García, presidente del club madrileño, considera que “este tipo de iniciativas son muy positivas, por cuanto en este deporte es muy difícil encontrar patrocinadores y todo el apoyo que recibamos por parte de las empresas es muy importante”. “Además”, continúa, “el producto en el que Toma Jamón basa su oferta, el jamón ibérico, es muy compatible con la práctica de la gimnasia, pues es muy saludable y uno de los alimentos más ricos que hay”.
Por su parte, Jesús Herráiz, director de Toma Jamón, resalta también la identidad entre jamón y deporte, y explica que “ayudar a deportistas a desempeñar su profesión siempre es muy gratificante”. Toma Jamón está habitualmente implicada en la promoción del deporte. La firma es patrocinadora habitual de partidos de fútbol jugados entre profesionales de primer nivel, como los derbis de veteranos que se celebran en las grandes ocasiones.
Toma Jamón inició su actividad en el año 2002 con un primer local en Madrid, y desde entonces ha abierto tres tabernas más en las principales zonas de tapeo de esta ciudad. En 2007 empieza a franquiciar y ya está ultimando la inauguración del primer local franquiciado.
Toma Jamón ofrece dos posibilidades de negocio: establecimiento con cocina y sin cocina, con dimensiones ideales respectivas de 100m2 y 50 m2, e inversiones iniciales de 136.000 y 50.000 euros, que variarán en función del estado del local.
Desde Madrid, Toma Jamón quiere implantarse en localidades de más de 30.000 habitantes donde el mercado potencial sea interesante y el candidato y la ubicación sean los idóneos. Los franquiciados no necesitan conocimientos específicos de cocina, aunque sí deben ser capaces de gestionar un negocio y de tratar con los clientes.