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La franquicia Bajocero elabora helados artesanos 100% naturales

28.08.2007

El regreso a la vida normal y rutinaria después de las vacaciones de verano delata una serie de hábitos que han sido abandonados y es el momento en el que hay que recuperarlos. Los helados artesanos de la franquicia Bajocero, conocidos como los helados de alta costura, proponen hacer una dieta saludable que incluya el helado, un alimento equilibrado con un importante aporte de calcio y de proteínas.

En contra del mito de que el helado no alimenta y engorda, los estudios de nutrición recomiendan este alimento, tan poco conocido, por sus propiedades que lo convierten en una gran fuente de energía y proteínas. Comer helado es un hábito que forma parte de una dieta saludable debido a los beneficios que proporciona: mantiene y fortalece los huesos, regulariza la presión arterial, fortalece el sistema inmune, previene piedras en el riñón, y, además, en las mujeres suaviza las molestias premenstruales.

Pero la gran preocupación en esta época del año son los kilos de más que hemos acumulado. La gran aportación de calcio es otro de los beneficios de este alimento, mineral que favorece la quema de calorías (la falta de éste genera el almacenamiento de las células adiposas y favorecen la extensión de su tamaño) y también favorece las digestiones.

La ventaja del helado de Bajocero frente a la oferta del mercado, es su elaboración artesanal que supone un contenido en grasa de 6 a 8%, inferior a los helados industriales que llegan a tener hasta un 18%. Bajocero selecciona la mejor materia prima y estudia la composición de cada ingrediente del helado con el fin de que se obtenga el equilibrio adecuado para conseguir un resultado excelente. Hecho esto inicia las 3 fases fundamentales del proceso de elaboración: la pasteurización (que elimina las posibles bacterias en la mezcla de los ingredientes), la maduración (periodo de 6 a 12 horas a una temperatura de 4º C en el que el agua y los ingredientes se distribuyen dentro de la mezcla de manera uniforme), la mantecación (enfriamiento de la mezcla transformándola en helado al tiempo que se incorpora aire de forma natural, que es lo que permite que el helado tenga la textura que conocemos).

El primer local de Bajocero se abrió en mayo de 2006 en la Glorieta de Quevedo, 6 en Madrid. Actualmente Bajocero está programando iniciar un plan de expansión en las principales ciudades españolas. Para ello se plantea la posibilidad de constituir alianzas estratégicas con socios que contribuyan a esta imagen de excelencia que las heladerías-pastelerías Bajocero han alcanzado.