Franquicias No es Pecado. Entrevistamos a su Franquiciado, Ingrid C. Peiró

Ingrid C. Peiró
Franquiciado
Ingrid C. Peiró
Ingrid C. Peiró
Ingrid C. Peiró
Franquiciado
No es Pecado
No es Pecado
16.12.2008


-¿Qué le llevó a escoger este sector para iniciar su actividad como franquiciado?

Mi interés por la sexología, la necesidad de realizarme con un negocio propio y el trato con el cliente, que me encanta. Este sector reúne las tres condiciones y me siento satisfecha con mi elección.

Por otra parte, a mis amistades y compañeros de trabajo (en los diferentes sectores en los que he estado), me animaban a abrir mi propia tienda, ya que siempre podía ayudarles con sus dudas sobre diferentes temas de sexualidad, porque por suerte, en casa de mis padres pude crecer con una visión del sexo muy natural, aceptada y dialogada con ellos.

-¿Qué diferencias encontró en No es Pecado que le hicieron optar por esta franquicia?

Cuando contacté con No es pecado, la franquicia ya tenía presencia en casi toda la península y Canarias, mientras otras enseñas a penas tenían un par de establecimientos en su propia región, o copiaban sospechosamente el planteamiento de proyecto que “No es pecado” ya había presentado con anterioridad, o su planteamiento me resultaba más frío y demasiado comercial, perdiendo el trato humano y más cercano al cliente.

Pasaron varios meses antes de decidirme, durante los que me informé sobre el sector y fui observando la evolución de las otras alternativas. Por entonces pensaba que faltaba un comercio erótico de referencia, desenfadado y abierto pero con rigor, que pudiera ofrecer el mismo asesoramiento y productos de confianza en todo el territorio y “No es pecado” me pareció la apuesta más fiable por el proyecto, la primera impresión del equipo y por la evolución que iban presentando.

-¿Cómo ha sido la atención recibida por la Central antes y después de la firma del contrato de franquicia?

La atención ha sido constante, tanto antes como después de la firma. Antes de firmar, aportando la confianza y el asesoramiento sobre los pasos y dudas en la creación de la empresa.

Yo tenía experiencia previa de años tanto en negocio familiar como en trabajo en franquicia por cuenta ajena, pero era la primera vez que me decidía a emprender un negocio totalmente sola… sí que cuento con el apoyo moral de mi familia y pareja en todo momento, pero realmente quien se encarga de la tienda soy solamente yo.

Es por eso que ha sido muy importante el poderme apoyar en la central, en especial en los momentos más críticos que toda empresa pasa en sus inicios.

Una vez creada y puesta en marcha, la atención sigue y el trabajo con el equipo de la central es diario y se da una formación y comunicación continuada, orientación y asesoramiento que en cualquier momento pueda resultar necesaria, tanto sobre productos y marketing, temas sexológicos, publicidad, logísticos, etc.

-¿Qué ventajas o desventajas se encuentra un franquiciado de No es Pecado respecto a una tienda individual?


Estar en una franquicia es ante todo compartir una idea y trabajar para darle forma conjuntamente con otras personas, cada cual en su negocio, pero hay que mantener esa idea, para que esta pueda ser reconocida y valorada en cualquier parte del territorio donde se opera, y para eso hay que sacrificar parte de la libertad total que se tendría siendo una tienda individual.

Pero desde la central de “No es pecado” es patente el esfuerzo por ofrecer un seguimiento y atención personalizados, pero respetando la operatividad de cada tienda. La pérdida de libertad que podría valorarse como una desventaja por caracteres más individualistas, es relativa, concerniendo principalmente a los factores de imagen y de unificación de oferta, y que son, por otra parte, de lo más común en cualquier franquicia, sea del sector que sea.

La principal ventaja es la atención y apoyo constantes de la central para poder vertebrar todas las facetas del negocio coherentemente y que sería más difícil obtener como empresario individual de cada ámbito por separado (proveedores, formación y reciclaje, estudios de mercado, diseñadores, imprentas, transporte, Internet, etc.) y que supondrían una carga mayor para una sola persona, como es mi caso, tanto económica como laboralmente.


-Si tuviera que partir de cero; ¿apertura individual o a través de franquicia?

Tras haber pasado un poco más de un año desde que abrí, y en plena crisis económica general, ahora y sin dudarlo, a través de “No es pecado”, porque se va superando de forma constante y considerable con el tiempo y cualquier emprendedor que ahora se dispusiera a entrar en la franquicia va a encontrarse un gran trabajo ya realizado, una larga experiencia acumulada, tanto por tiempo como por cantidad de tiendas operando, y un proyecto más solidificado y sostenible.

Y de cara al cliente final, la principal ventaja de ser muchos y operar como franquicia, es que podemos adquirir en menos tiempo la experiencia que a un empresario individual (y a sus trabajadores) le supone un aprendizaje de años, y eso es una garantía de confianza desde el primer día de obertura, que actualmente ninguna otra tienda o franquicia puede igualar en nuestro país por simple y pura matemática.