Noticia - Clínicas / Salud / Ópticas

Haztúa

La franquicia Haztúa Psicología Positiva advierte de los riesgos psicológicos del abuso de redes sociales

26.03.2019

Parece que hoy en día pocas son las personas que no usan este tipo de redes y parece que quien no lo hace no existe. Sentimos la necesidad de mostrar qué hacemos en todo momento, dónde salimos, con quién o si nuestros planes de ocio son los mejores para presumir ante nuestro entorno social. Las consecuencias de no saber interpretar o utilizar las redes sociales son muchas.

Haztúa Psicología Positiva,
cadena de centros de atención psicológica y formación, nos advierte de los riesgos psicológicos del abuso de redes sociales. Son muchos los riesgos psicológicos del abuso de redes sociales y variadas las razones que nos llevan a ese comportamiento adictivo y que entraña riesgos como cualquier adicción.
 

Mucho ha cambiado la forma en la que nos comunicamos y relacionamos con otras personas. Actualmente pasamos más de 2 horas al día, de media, navegando por Internet. El poder interactuar con alguien ahora está a tiro de un mensaje escrito a través de nuestro móvil. Sin embargo, una desventaja aparece con fuerza en muchas personas, el aislamiento social sobre nuestro entorno como de la vida real. “Problemas como la ansiedad o la depresión puede manifestarse cuando existe una mala interpretación de la vida virtual en las redes. Somos presos de los “me gusta”, fotos compartidas, comentarios (buenos y no tan buenos), siendo todo ello influyente en determinadas áreas de nuestra vida como nuestra autoestima, metas personales, inconformismo asociado a que nunca nos sea suficiente o que pocas cosas nos hagan felices en plenitud”, explica el psicólogo Pedro Martínez Arias.

 

Muchas motivaciones pueden estar detrás de compartir fotos, las más habituales son la apariencia de felicidad, bienestar, buena compañía y la de mostrar nuestra mejor cara. Además, el hecho es que las redes sociales alimentan nuestro ego y con ello nuestra autoestima, sin embargo, lo hace de una forma distorsionada de la realidad. Por todo ello se ha de hacer hincapié en la idea de que nadie muestra sus momentos de debilidad, de estrés, situaciones difíciles, o momentos tristes. No porque no lo tenga, sino porque no lo muestra. “Parece que hoy en día pocas son las personas que no usan este tipo de redes y parece que quien no lo hace no existe. Sentimos la necesidad de mostrar qué hacemos en todo momento, dónde salimos, con quién o si nuestros planes de ocio son los mejores para presumir ante nuestro entorno social”, afirma Martínez Arias.

 

Las consecuencias de no saber interpretar o utilizar las redes sociales son muchas:

  • Adicción al “Conectado constantemente”. La propia adicción para estar conectado constantemente, esto se percibe en el tiempo que puedo pasar sin mirar la pantalla y en la ansiedad o estrés que provoca no poder usar nuestro móvil.
  • Aislamiento. El aislamiento social in situ es dejar de quedar con las personas que nos importan o no hacer demasiado caso cuando estamos con nuestros amigos o familiares. Así como un comportamiento cada vez más antisocial.
  • Vacío emocional. Relaciones sociales más vacías emocionalmente, redes sociales como foco de malentendidos por la falta de presencia física y lenguaje no verbal.
  • Falta de criterio personal. El peligro de las tendencias y eliminación del criterio personal, así como pérdida de intimidad.
  • Aumento de problemas. Problemas como depresión, ansiedad, insomnio o inseguridad provocada en gran medida por la imagen corporal y lo que piensan los demás, ciberacoso en los más jóvenes y el sentimiento de estar perdiéndose algo en lo que otros se han divertido.

 

En definitiva, el uso sin control de las nuevas tecnologías nos aleja de nuestros seres queridos, con déficit a nivel social, afectivo y emocional. Comparte momentos, no publicaciones.

 

Si eres un terapeuta establecido, y entiendes la dificultad de dirigir un negocio de psicología y cuidar a los clientes al mismo tiempo, o tu sueño es establecerte por tu cuenta como psicólogo, Haztúa Psicología Positiva te permite montar tu propio gabinete de psicología por algo más de 20.000 euros y rentabilízalo el primer año. Una práctica de psicoterapia colaborativa que ofrece soporte de marketing para ayudarte a obtener clientes y fidelizarlos, un modelo de ayuda que hará que tu práctica sea más divertida, más rentable y ofrezca mejores cuidados para tus clientes.