Noticia - Hostelería

Hay tendencias gastronómicas que no solo llenan las redes sociales de imágenes irresistibles, sino que también despiertan el interés de emprendedores en busca de conceptos con futuro. Entre ellas, destaca el postre de moda que está conquistando paladares en toda España: los Bubble Waffles y los Ice Rolls de LLOOLY.
Esta marca, que fusiona tradición asiática con innovación europea, ha sabido crear un modelo de negocio tan atractivo como sus recetas. Con nuevas aperturas en Xàtiva, Valencia, Jaén y Figueres, la expansión sigue un ritmo imparable, invitando a quienes buscan invertir en un sector dinámico y en crecimiento a descubrir por qué LLOOLY es mucho más que un waffle.
Un concepto único que atrae a todos los públicos
La franquicia LLOOLY ha reinventado la forma de disfrutar de un postre con sus Bubble Waffles, gofres en forma de burbujas elaborados con una masa secreta y toppings tan variados como Nutella, Oreo o frutas frescas. A esta propuesta se suman los Ice Rolls, helados artesanos hechos a la plancha frente al cliente, que combinan espectáculo y sabor en un mismo gesto. La carta se completa con smoothies, cafés, tés y Bubble Tea, logrando un concepto versátil que mantiene la actividad del negocio durante todo el año.
Además, la franquicia ofrece diferentes formatos de local, desde kioscos y espacios take away hasta cafeterías completas, store y full tracks, adaptándose a distintos tamaños y ubicaciones. Gracias a su maquinaria patentada Made in Germany, cada elaboración se realiza con precisión y calidad.
Los interesados pueden acceder al negocio con una inversión inicial desde 22.900 €, sin necesidad de asumir cánones de entrada ni royalties, lo que permite maximizar la rentabilidad desde el primer día. También existe la opción de modelos de mayor inversión, desde 30.000 €, para quienes buscan un formato más amplio con todo el potencial de la marca.
Una franquicia diseñada para crecer con facilidad
El atractivo de LLOOLY va más allá de sus recetas. El modelo de negocio está diseñado para simplificar la gestión y optimizar los beneficios, apoyado en un sistema de asistencia y formación continua. Los franquiciados reciben acompañamiento en cada fase, desde la apertura hasta la consolidación de su punto de venta, garantizando un enfoque práctico y eficiente. Además, la marca cuenta con una central estructurada y con experiencia que ofrece apoyo permanente y estrategias adaptadas a cada local.
Las recientes aperturas en Xàtiva, Valencia, Jaén y Figueres son prueba del éxito de este concepto. En ciudades con gran actividad comercial y turística, LLOOLY conecta con un público que busca experiencias nuevas y productos visualmente impactantes. El postre de moda no solo atrae a los clientes finales, sino también a emprendedores que desean formar parte de un mercado en expansión, con perspectivas sólidas de crecimiento y retorno de la inversión.
Con un enfoque innovador, un producto irresistible y un modelo de negocio accesible, LLOOLY continúa atrayendo a quienes desean emprender con seguridad y estilo en un sector en plena transformación.