Ambientando el último viaje con la ayuda de las franquicias Ambiseint

Por mucho que comprendamos que la muerte forma parte de la vida, casi nadie quiere ser consciente de la inexorable certeza de su propio fallecimiento, o del de sus seres más queridos. Es una cuestión “tabú” que bloquea la imaginación de la mayoría de las personas, con independencia de su credo, raza, o condición.

Visualizar las inevitables pompas fúnebres de uno mismo, o de sus allegados, parece que solo está al alcance de individuos muy peculiares que poco tienen que ver con el común de los mortales. Pero, si despojamos de lúgubres temores el último viaje que todos estamos obligados a fletar, descubrimos que Tánatos puede ser y es, un nicho de mercado que ofrece múltiples posibilidades y rentables beneficios.

En el ejercicio del año 2016 según PANASEF, la patronal del sector funerario español, el volumen de negocio alcanzado fue de 1.475 millones de euros en facturación. Citando a la misma fuente, en el año 2.015 España batió su record en número de defunciones, superando las 422.000. Lo que arroja una media de 1.157 fallecimientos diarios en todo el territorio nacional.

Evidentemente, esta no es empresa para pusilánimes ni mojigatos. Pero si se tiene el suficiente instinto emprendedor y el necesario talento creativo, la muerte puede proporcionar múltiples alegrías, permítase la broma.

Y así lo ha demostrado la delegación de la franquicia de perfumes Ambiseint en Lugo. Una franquicia dinámica y sin complejos que el año pasado alcanzó un notable éxito, especializándose en aplicar el marketing olfativo en diversos tanatorios de la autonomía gallega.

Ambiseint dispone en su catálogo de productos de una extensa y muy variada gama de fragancias y difusores. Entre estos aromas, los hay que transmiten una reconfortante sensación de tranquilidad y sosiego. Algo ciertamente útil y apreciado en situaciones tan estresantes y dolorosas, como puede ser la asistencia a un funeral.

Para Ambiseint, ningún sector de mercado se muestra inaccesible.

Lo que pone en evidencia la enorme adaptabilidad de la marca y su casi ilimitado potencial de desarrollo.