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La impresión 3D: Una opción económica para el pequeño empresario

18.07.2014

Hace apenas 2 años, el precio medio de una impresora 3D era de alrededor de $ 200.000 ( unos 147.000 euros). Ese precio ahora ronda los $ 10.000 (7.400 eur.) y con muchas otras opciones disponibles por menos de $ 1000. La caída en los precios medios de las impresoras 3D  hacen que ya se las puedan permitir no solo las grandes empresas industriales.

La impresión 3D asequible es de gran ayuda para las pequeñas empresas. Desde el diseño de prototipos y modelos hasta la fabricación directa de productos terminados, la impresión en 3D es una gran inversión para muchas pequeñas empresas que ahora subcontratan dicha producción a otras compañías.

Con una inversión de $ 50.000 (37.000 eur), Olloclip, con sede en California, ha utilizado la impresión en 3D para diseñar prototipos de sus accesorios iPhone, recortando así los gastos derivados de la externalización de este servicio y eliminando el riesgo de que se pudieran filtrar a un tercero. Olloclip incluso utiliza su impresora 3D para crear maquetas del próximo iPhone y así tener preparados nuevos prototipos de accesorios, que con seguridad se ajustarán al nuevo teléfono.

Spuni, fabricante de cucharas para bebés con sede en Nueva York, compró una impresora 3D por alrededor de $ 2000 y de inmediato empezaron a aumentar sus márgenes de beneficio. Su capacidad para imprimir en su propia empresa hacía que pudieran generar los primeros prototipos en cuestión de meses, y a un coste mucho más bajo que un fabricante externo. Incluso podían estar realizando pequeños ajustes del prototipo continuamente con el fin de perfeccionar el diseño sin tener que preocuparse de gastos excesivos.

La “tinta” para la impresora 3D supone uno de los mayores costes en el presupuesto. A menos que vayas a utilizar una impresora de alta especialización en 3D que imprima usando tinta para metal o cerámica, la impresora probablemente utilizará filamentos de plástico, que cuestan alrededor de $ 25 a $ 45 el kilo. Esto significa que hay un alto margen de beneficio en la tinta, teniendo en cuenta que un kilogramo de plástico para fabricarla solo cuesta alrededor de $ 2.

Las compañías que venden la tinta utilizan la misma lógica que los fabricantes de impresoras: el alto coste de la tinta de la impresora 3D se traduce en investigación y el desarrollo, con la esperanza de que esta tinta sea más barata y fácil de usar en el futuro. Aunque también hay que decir que algunas compañías están ofreciendo tinta de impresora 3D fabricada a partir de plásticos reciclados por aproximadamente un tercio del coste.

En definitiva, la inversión en la tecnología de impresión 3D  es una buena opción para las pequeñas empresas, en particular aquellas especializadas en las manufacturas. El precio de estas impresoras se está reduciendo, pero existen una gran variedad de modelos a elegir en función de las necesidades y presupuesto.

Y si tu negocio no tiene la necesidad de estar creando nuevos prototipos continuamente, puedes optar por recurrir a los comercios de impresión en 3D, que cuentan con sus propias impresoras. Esto te permitirá beneficiarte de esa tecnología sin tener que realizar ningún tipo de inversión.

Fuente: elperiodicodelemprendedor.com